Trenzas
imágenes explosivas creadas por unas noches sazonadas con todo tipo de
sustancias tranquilizantes, excitantes, alcohol, LSD, tripis, Opio, opiáceos y
sucedáneos sintéticos. Neurolépticos o tranquilizantes
mayores. Ansiolíticos o tranquilizantes menores. Somníferos o
barbitúricos.
Grandes narcóticos o anestésicos generales.
Noches de grandes viajes, de
comas etílicos, de bravuconadas, de chulerías, de juventud desbocada, de menos
jóvenes desquiciados, todo a punto para la hora globalizada de estar
interconectados para simultáneamente desde que comience la caída de antorchas,
en Kiritimati o para los occidentales Christmas y hasta que todas las
banderas enarboladas con la llegada del nuevo año se lleve a acabo allá por las
islas Hawai.
Día y Noche, de fiestas y
tragedias, de celebraciones y de tristezas, de lágrimas alegres y de las
cicatrizantes, de las de cocodrilo y de las lentejuelas en el aire. Pero ante
todo, un estruendoso momento que no pasa desapercibido para nadie en el globo
terráqueo, guste o no tanto, disguste o algo menos, lo celebre o no. Sea con
uvas o con lentejas, con melón o con jamón. Con gula o con hambre, con frío o
con calor.
Noche
que rueda por los caminos sin senda de nuestro, aunque algunos no quieran
reconocerlo mundo común.
Las
líneas que unen son tan fuertes que aunque haya quienes se dediquen a remarcar
las que separan, no podrán desunirnos.
Las
líneas oxigenadas en espera de que un día, todos miremos al cielo, clamemos
asustados, Tunguska se repite y esta vez no caerá en el desierto siberiano.
Tendremos un desafío
común, entre tanto habrá que seguir viendo como peleamos por explotarnos los
unos a los otros.
Felices días pasen señor@s,
el año muere. Otro papel arrugado
lanzo a la papelera con unas intenciones que después cumpliré las que pueda y quiera.
Ya sé, tú no, tú cumplirás todo lo propuesto,
enhorabuena.
00.01h.
toc, toc, la puerta abierta, nada de nada, un boleto.
Te tocó,
eres el premiado con el día del zapato de cristal. Pide lo que quieras, el
deseo será concedido. Hoy has sido el elegido.
Lee bien
y claro, pero claro, no son horas. Al catre, sueños, dulces, que va, más bien
pesadillas, notas, hipotecas, bancos, el del frac vestido de templario, que hay
que tener temple, vamos.
08.01h.
ring, ring, jodido despertador, sí toca un poco más tarde que cuando trabajaba,
pero no importa hay que tomar la cola del paro, la eterna cola de desahuciados
de la sociedad, casi. Y el de las cejas levantadas, aunque ya no tanto, ni con
tanto talante, le dice que la cosa será mejor en el futuro. No pensó quizás que
si no hay presente no hay posibilidad venidera. O a decir verdad, será eso lo
que pensó, ya se cansarán o doblarán la cuerna, que bien vivieron los
pobrecitos estos.
09.31h.
en la cola eterna, se dice que hoy es un gran día, es aniversario de la caída
de don Mario, menuda broma eeh. Entre tanto yo me leo la lista del papel
arrugado que recogí en la puerta desierta de casa, no digo de mi casa pues
seguro no estoy, y cada día más del banco. Enumero una a una las condiciones de
letra pequeña claro, para poder pedir lo que quiera. Me toca entrar. Sí
señorita, traigo todo lo que me piden, cada vez, pero ahora quiero esa limosna
que da el tío ese, el remendón de las botas, el zapatero. Lo siento eso lo han
quitado, pero no se preocupe, aquella compañera que tiene los labios rojos
carmín y las peladillas doradas sobre sus finos dedos le va a tomar
declaración, uys no le va a renovar el currículum, y seguro que el año que
viene encuentra un mejor año, al menos este hemos ganado el mundial, me digo.
12.31.h.
salgo de la oficina de desempleo, no sé por qué le siguen llamando de empleo,
será otra macabra broma del sistema. Sin ganas de nada, ni siquiera volver a
casa, cómo contarle a la parienta, y a los chicos que me han llamado, encima de
no aclararme nada, NINI.
15.31.h.
macarrones con tomate, menos mal los macarrones si no, no sé que sería de final
de mes, el decimo tercer recibo de la hipoteca bailando sobre la bella repisa
de la chimenea. Bueno me río, le quito hierro a las caras del personal, y les
digo que disfruten del chaletito que ya mismo estamos en la cola del hueco en
el puente, siempre que no lleguen los mercenarios a echarnos de allí, que ya ni
bajo el puente. Todos ríen, entreríen.
17.31h. el día soleado
permite pasear por el parque, sentado en un banco, vuelvo a retomar la lectura
del boleto de la noche anterior. Que si rellenemos todos los datos, que si
somos elegidos, que si un sorteo, que si…infinidad de letras. Una chica juega
con un pajarillo y me llama la atención, me cuenta que le gustan las
golondrinas, que su papá le lee el cuento del principito, un cuento muy chulo,
que le gusta mucho, aunque sea triste. Le digo que no se preocupe, que ya le
leerá otro más alegre, por ejemplo el de la chica que le transporta en un
carruaje, que le aparece un príncipe, que tiene todo lo que
quiere, dice que ese se lo
sabe y mañana le cambiará el final.
21.31 h.
hoy no ceno, no he tenido buen día, salvando el rato de juego con la cría del
kioskero, bella sonrisa. Me voy a la cama, me despido de mis chicos para que no
noten mi pesar. No tomas nada, Jacqs?, no me duermo y así se me pasa.
23.31.h. el duermevela me
atormenta, el boleto se me aparece una y otra vez. Me levanto, leo hasta el
final. Rasca el oropel plateado, si es durante el 28.12.12 entonces podrás
cambiarlo por un billete premiado del 76058, canjeable por hipotecas
pagadas, líquido en cuenta corriente y lo que pidas. Pero si eres incrédulo y
rascas después de las 23.59 h. del 28.12.12.
Entonces
cuelga el monigote en el pomo de la puerta para que nadie te moleste.
00.00h.
suenan las campanas de la torre. No rasco nada, directamente cuelgo el monigote
en el pomo, beso a mis chicos y abrazo a su madre. Menuda Inocentada.
Estos
días de luces, y sombras. Estos días de despilfarros y de hambrunas. De
felicitaciones y de maldiciones. He recibido muchas de las primeras, menos de
las otras, no soy tan malo, jejeje. Pero he sentido que tanto si hacemos como
si dejamos por hacer, tenemos seguidores y detractores.
Y porque
de tod@s sería imposible acordarme en un listado, pero como me es más fácil
tener en cuenta que tod@s no tenemos más que una, pues os dejo un masaje del
alma a cargo de este monstruo que nos demuestra lo iguales que somos todos los
pueblos, gracias a Omar…
Tengáis
unos bellos días tod@s, mis acompañantes, mis seguidores, mis Amig@s y también
mis detractores...
Pues
tod@s sois importantes en mi caminar, aunque algún@s ya os sabéis
dentro de mi corazón, tod@s me dais vida.
Felices días, pero no estos cercanos, sino todos los
que os queden de vuestro caminar. Abrazos. Bsts,Gracias.
Hacía
largo que no tomaba nada. Circular el plegado papel, rellenado con esmero de la
mejor hierba, pasé mi lengua por el filo en peligro de ser sesgada en su fina y
resistente hoja. Prendí al mismo tiempo que me recostaba sobre la cama. Tu
visión en mi visión, igual que si estuvieras delante, como tantas veces. La
primera calada hasta dejarme inerte, en la nube que nos subíamos juntos. La
noche había cerrado sus puertas para no dejar pasar a nadie más, éramos los que
éramos, los mismos.
Las calles difuminadas entre
haces de brillos especiales para la ocasión, debemos de vivir la época, la
estival fiesta que nos han preparado sin nuestro consentimiento, sin
preguntarnos si la queremos. Nos han bombardeado y así seguirán durante largo
trecho desde sus melodías anodinas, repetitivas y pegadizas, gasten y gasten,
si no gastan serán desterrados del paraíso.
Una nebulosa envuelta de
miles de aromas, en forma de rosas de papel impregnadas en sucedáneo de
esencias naturales. Luces brillantes, cuantas más mejor, más luces más fuerte
el endeudamiento directo o postergado. Psicosomáticamente estudiado para que nos
sintamos culpables si no entramos en su juego, en su agónico grito para
destripar unos emolumentos que no poseemos. Nos harán creer, nos harán dudar y
nos mirarán de arriba abajo antes de ofrecernos. El plástico es de buena
calidad si tienes un respaldo de sudor capturado en forma letreada y a largo
plazo mejor, que mejor.
Mareado
estaba cuando llegué, cuando redondeaba el papel para que tornara en petardo.
Ahora me empiezo a dilucidar que no estás. Te fuiste encandilada por una
promesa de mejor futuro. Como los de antes, un buen partido. No me importa. Al
menos ahora no me importa. He comprendido mi valor. No estoy en venta. Aunque
quizás hubiera estado dispuesto a vender mi cuerpo y mi alma por ti. Te dibujé,
con él.
Casi tuve la tentación de
alegrarme del suceso que vi en las noticias. La chica había sido arrojada por
las escaleras de unos grandes almacenes por su chico. Una nueva víctima de
género. Aunque debieran de llamarlo de degeneración. Le recriminaba la carestía
de su tarjeta, de la falsa promesa de comprar lo que quisiera. Y por ello la
hizo volar la última vez.
Tuve la
tentación de alegrarme por tu planeo. Me sentí ruin, tan solo un momento
después de pensarlo.
Ahora escribo estas letras,
esperando en la salita de urgencias, esposado, donde te han operado y aún no me
despejaron la duda. Aunque el tiempo ha sido suficiente para aclarar mi borrosa
tentación de alegrarme. Espero te pongas bien y el degenerado que te empujó se
pudra en el cementerio.
Pues no importa que
tenga que creer, a ver si decides aprender y pasar el tiempo de mi
encarcelamiento, por tu venganza, en espera de mi salida.
No me
importa ya que te fueras, me importa si volverás.
Sigo
viendo tus ojos azules, grises, verdes, en fin…observo el poema que leías,
donde señalado tenías mi escrito…
A poco que me
descuidé, se acortó el día, me atrapó la noche. Prisionero me deja, encadenado
a mis letras sin poder escaparme por la ventana como me gustaría, cerca de ti,
agarrado a tu mano, como hacíamos en días soleados.
Apenas unas
horas, desde alcanzar el cenit, viernes 21 de diciembre, a las 12 horas y 12 minutos.
Letargo numérico, de capicúas y excentricidades, que el capricho de los números nos otorga, nos entretiene.
En ese momento
tenemos, el principio de la oscura noche, más larga, la que nos mece con sus suaves manos, las
que nos ronronea con su música fluvial, con los silbidos de aires, que hacen
que nuestros cuerpos más se acerquen, busquen el cobijo del uno en el otro.
Copos de nívea
y cristalina llovizna, rígida sobre escarpados bloques integrados, jugando a
ser estatuas de efímera existencia, creadas para ser diluidas con la calidez de
un rayo.
Pasando,
mirando pero no parando, aligerando el paso, cerca de nuestro banco preferido,
donde nos contamos nuestras confidencias, donde me tomas de la mano, donde me
estampas tus labios teñidos de ese marcaje para mis lóbulos. Para que estés más
tiempo portándome, me dices. Claro, sonrío.
Queda ese resquemor de saber
si acertamos en la compra instigada de regalos, de dejarnos llevar de las luces
que nos ciega y nos lleva de la mano a gastos superfluos, sí quién no los hizo
nunca. Si no fue así, seguro no fue porque fue consciente, seguro se debe más a
las posibilidades, ya sé, ya sé, que tú no.
Me da miedo
cuando te veo alejarte en las tinieblas del bosque encantado, pero frío,
preñado de la semilla de la triste época estival que comienza. Confío en tu
vuelta, señora del bosque. Ya sé que tiene sus encantos.
Es cierto que tiene sus
momentos bellos, cuando la bella plateada se eleva en el horizonte y siembra de
azul todo el espacio translúcido que nos rodea y permite posar para cinéfilos,
bella postal nos salió, eh!
La llamada del invierno
suena en la lejanía, te pones melosa, me haces señas y te arrimas. Qué
estremecimiento más humano el escuchar la noche y sus habitantes álgidos, donde
marcan pauta, y su territorio queda señalado.
No tardará tanto en que el astro majestuoso se desperece y con
sus largos apéndices consiga despertarnos del adormilamiento, pues tanto llegó
como comienza a crecer, maravilloso día, crece, crece y déjanos disfrutar de tu
luz.
Una luz
penetrante acariciaba las hojas de los frondosos habitantes del bosque.
Impregnado de rocío de la mañana, sobrecargado el ambiente de bruma fresca. Mi
espalda apoyada sobre el viejo parlante, el contador de sueños, el milenario
sabedor de historias, me acoge sin protestar.
Sonidos
apaciguadores, embaucadores, crujir de ramas, bailes de hojas y viento, cantos
de pájaros, roedores haciendo acopio de sus alimentos, las hojas caen tiñen el
marrón dorado, otoño.
Entre
tanto aún los perennes macizos nos rodean de múltiples tonalidades de verde,
los brillantes translúcidos
zarandeados
por los rayos solares. Corre el amarillo y termina en el verde profundo, donde
no llegan ni si quiera esos potentes haces de luz natural.
La
espalda me advierte, con un recorrido escalofriante, que morfeo me atrapó,
tarde se me hizo en el bosque profundo, llegando a perder la noción del tiempo,
o es aún peor, la noción colorista. La belleza verde y el amarillo brillante
adornado de marrones dorados se han vuelto grises.
El
gris se adueña del paisaje, para cada vez más profundamente enterrarme en la
máxima oscuridad. Parece que estamos tras una erupción maldita que hubiera
esparcido las miles de partículas cenizas, mas y tenemos suerte, no aumentó la
temperatura hasta terminar con nuestra existencia.
Es
simplemente, o no tan simple, que la compañera de la noche, la oscuridad,
atrapó nuestros
sueños.
Pero no le temamos, dejemos que circule, dejémosla pasar. Cohabitemos con
morfeo y disfrutemos del cobijo del vientre del árbol milenario que en sus
entrañas nos acoge, para que el rezumar de la mañana no nos humedezca el
pensamiento y deje volver al mundo del color. Suerte y buen sueño.