PLEASE.PLEASE.
Él miró
siempre lejos, su mirada atravesaba muros, rocas, cualquier impedimento. Tenía
un don especial, no era consciente de ello. Hacía sin apreciar en los medios,
sólo resultados. Se llamaba a sí mismo un tío con suerte, jejeje y se reía
mucho de sí. El viento soplaba a su favor. Si no era así, él no lo notaba,
sobrábanle fuerzas.
Le
conoció como por encanto, no eran iguales. Las distancias eran muchas. Sus
estadios distintos. Nunca nadie lanzó una piedra a la luna, y ésta la recogió.
A todos les cae encima, para dedicarles una sonrisa sarcástica unida a la
frase: qué imbécil eres, qué te piensas renacuajo, pensaste salir de tu charca
siendo quien eres, acepta tu mala suerte.
El
encontronazo podría haberle hecho desistir en su objetivo. En cambio él sintió
el fluido viscoso portador máxime de todos lo necesario para alimentar cuerpo y
alma. Pensáis que se desanimó?, no, todo lo contrario, esa herida marcada con
su color preferido, su color pasión. No hizo más que aumentar su determinación
en lograrla. El sol le miró y está ahí esperando.
Sabe de
su fuerza cuando algo le importa. Sus alas movieron un ápice para que el brillo
encandilara su valentía. Su firmeza le hizo clavar espuelas y subirse sobre
pegasus magnífico aliado y poder lanzar la piedra, cuan si fuera a depositarla.
Ella entonces comprendió que merecía la pena olvidar el resto del bosque y
florecer para poder conseguir una unión verdadera.
Las
uniones eternas existen. Los tifones también. Los terremotos provocan
destrucción, muerte, desgracias para con todos incluidos los dioses. En cambio
la eterna verdad, siempre resurge del polvo, pues quizás venga de allí. Crece y
se hace fuerte, y de nuevo caerá pero quien se agarre a ella como él lo hace,
podrá reírse del mundo, pues aprendió a valorar.
Las
presiones del bosque a veces ensombrece la vida de seres sin pretensiones de
florecer. Otros trepan buscando los rayos de luz que el sol consigue penetrar
para poder hacerle indicar donde está, para ser su preceptor. Y la enredadera
trepa por el grueso tronco y se adapta porque ha visto la luz y el sol, son sus
objetivos. Son su sueño. Déjale lograrlo. Please.Please.
Una vez
una estrella inalcanzable se le cruzó en el camino y la veía tan, tan lejos, en
la inmensidad, tan lejos que no la pensaba alcanzar. Pero eso era cobardía
propia de renacuajo de charco frente a tan inmenso firmamento. Como melodía de
un grande con nombre de pequeño. Pero hace mucho que no cree en un sueño. Hoy
vuelve a creer en él. Déjale soñar, pues de nuevo piensa en que puede lograrlo.
Esta vez quiere lograrlo. La determinación es aliada con l a grandeza, y como
dicen en mi pueblo. Lo que le pasa es que vio la virgen. Please.please.
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