Abril. El Futuro. (Posiblemente, Siga
Sirviendo...) Extrapolemos tiempos. Viajemos hacia atrás,
aprendamos. Viajemos hacia delante, apliquemos. La historia no es más que un
compendio de errores y manipulaciones de lo sucedido por los vencedores
momentáneos. Meros portadores del galón batallístico.
Pasado
el tiempo, azulejos recordatorios de hazañas inmerecidas, mutiladas de la
verdad, terminan siendo lápidas con epitafios que no dejan cerrar heridas.
Menciones
otorgadas a inmerecidos adoradores de Ra, terminarán por dañar a su estirpe,
para su escarnio. Y donde quiso ser, simplemente quedará una mancha imborrable,
su efímera existencia se recordará entre los anales de las plagas. Encumbrados
serán los merecedores de pleitesía ganada por su inteligencia al servicio de
sus semejantes. El tiempo sirve para hacer relucir a los profetas, incluso en
sus tierras. Y devolver a ella, a quienes no debieron salir de allí. Pero
enfermedades ha de haber para que valoremos la salud.
Cercanos
estamos a la efeméride de un suceso recordado por posible principio de un día
mejor. Pero la indecisión de los más necesitados quebró el comienzo de una
nueva era. Hubo que pagar por ello, con cerca de cuarenta años de opresión y
retroceso en todos los ámbitos. Bueno menos en uno, el que ya iba en declive.
Pero por eso mismo, los más afectados se unieron para desbaratar el amasijo de
ilusiones de los más necesitados.

Si la utilizamos,
dejándonos llevar por las alienantes promesas, en beneficio egoísta de
nosotros, entonces no habremos aprendido nada. Los poderosos pueden comprar las
mentes más privilegiadas, pobres mentes en el fondo. Tienen la plata, alimento
intravenoso con el que envenenaron el mundo.

Satisfacciones
que se utilizan tocando las fibras sensibles y que por tanto son difíciles de
eliminar.
Demostrémosles
que el cielo se está llenando de camellos, pero de ellos hay pocos. No
quedan ni para polvo. Riámonos de sus alienantes ideas. Otro mundo es
posible. Despacio y buena letra

Ya tenéis los tres primeros relatos completos, pronto
el cuarto. UN HOMBRE DE GAFAS NEGRAS. con las ilustraciones de José
L. Martínez REBOTE.
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