A mí
No…
Las
formas aladas regresan, el paisaje plúmbeo se torna
El
rojizo cielo, la plomiza lluvia y la aurora boreal se religan.
E
intentas demostrar el bien que portas en tu vientre
Chillas
desaforadamente, el agudo ruido persigue tímpanos de cristal de bohemia,
de formas esmeriladas, de lágrimas frías.
Sonrío,
me pides que no lo haga, las comisuras de mis labios desobedecen tus
instrucciones pues se saben libres y deseadas.
A mí No,
no debes apartar, pues no me iré, no te dejaré.
El vals
sinuoso, cargado de anillos de índices amedrentadores giran sin respetar el
insulto, ignorándolo, rojo maná eterno.
Fluidos
recorren mis curvilíneos e infinitésimos capilares, dando calidez a mi cuerpo y
sustento al tuyo, apoyo incondicional.
Los
pájaros en formación, tornan del largo viaje al lugar del sustento, siguiendo
las indicaciones de rapaces generacionales.
No
necesitamos mas que creer en nosotros, nada nos detendrá, los maníacos perderán
su envite de degradación, los mundos libres son posibles y necesarios, de
nosotros depende.
Los
nihilistas son relentizadores de las nobles señales, no pueden defender más que
su estirpe, depredadores son. Nuestras vidas nos pertenecen y A mí No necesitas
recordármelo. Mas no lo olvides tú.
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