Inalcanzable. El Arcoiris.
Encontré
a un hombre pesando en una balanza de las antiguas. De la de dos platos. Unas
manzanas rojas, de las que llegan como llovidas del cielo, cuando te pones a
pensar. Las vueltas con mis pensamientos me pusieron delante de aquel antiguo
frutero, con balanza de dos platos, con manzanas rojas de las de pensar.
Pasmado, observándolo me quedé, mirando como colocaba las manzanas, una tras
otra en un platillo. La señora dijo, vale, él paró. Después igualmente, él tomó
las pesas, la de un kilo, la de medio, la de cuarto. Faltaba un pelo para
conseguir el equilibrio, decantado aún para las manzanas del pensamiento, tomó
una de octavo y click, la balanza desprendió un sonido metálico. De acuerdo,
dijo la señora. Le pagó, y se marchó.
El Tendero me miró, sonrió,
me tendió una manzana. Qué Bluesman, aprendiendo, te aseguro que no necesito ayuda
en la tienda, el horno no está para bollos. Me reí, no te preocupes, sólo
pensaba en las leyes de la naturaleza.
Así es
Bluesman, me dijo Tendero. Imagínate que en un lado en vez de manzanas
pusiéramos la lluvia, esto sería un lodazal acuoso, intentaríamos subsanarlo
poniendo en el otro platillo un poco de sol, y más sol. Hasta escuchar click,
el equilibrio y…Pues que, conseguido el equilibrio, miraríamos al cielo y
veríamos un inmenso arcoíris, precioso. De todos los colores, una belleza
natural inigualable por los inventos nuestros.
Nada más sabemos crear cosas
para matarnos, sonrió de forma agridulce, mira cuantas guerras sigue habiendo…
Llevas
razón Tendero, como siempre. Pero pensaba, que si las manzanas rojas
representan el pensamiento caído del cielo y lo ponemos en un platillo. En el
otro pondríamos las pesas, o sea los recursos, o más bien las manos que los
tienen. Si consiguiéramos colocar la balanza en equilibrio, obtendríamos la
armonía. Pensamientos realmente brillantes con recursos suficientes, dedicados
a conseguir un arcoíris benefactor para todos nosotros. Cuando el cielo se
llena de color, es para todos igual.
No te confundas, Bluesman,
me interrumpió. Los hombres no somos así. Tú cuentas sólo con las Personas.
Esas quizás lo consiguieran, pero el Hombre es un depredador para con sí mismo.
Bueno
pues nos lo llevamos a todos al principio. Los ponemos a todos en una playa
desértica, en pelota picada. Te has dado cuenta que todos los hombres siguen
siendo iguales, en una playa nudista. Nadie va por allí diciendo, la tengo más
grande que tú. Pues cuarta más, cuarta menos, todos iguales.
No, por
eso son utopías, porque son una meta. Pero hasta llegar, es una construcción.
Pues el arcoíris no aparece de golpe, sino poco a poco. Hay que conseguir que
El Hombre se desvista, que vaya al principio, que se convierta en Persona.
Y
el Arcoiris saldrá. Ríete, pero ya te veo en bolas en la playa, jajaja…
Gracias
por la manzana y la charla, Tendero. Gracias a ti, Bluesman, ya nos vemos en la
playa, jejeje…
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