Arrullando hechizos…
Apenas cae el
sol
Descolgando sus
rayos
Entre los
arrullos de los transeúntes
Y viajan
raudos al encuentro
Con el parnaso
del ensueño.
Unos apaciguan
sus ansias
Sobre la
melódica silueta del jazz
En el canon de
unas setas metálicas,
Otros se
pierden en vericuetos librescos,
Algunos saben
del rincón del sortilegio.
Ánima cubre mi
existir
Presta un
cielo de música tenue
Mientras desgrano
el sabor sentido
De unas
miradas cómplices, ávidas,
Conseguirán hacerme
levitar sobre la enea.
Desmigajando cada
mota del verbo
Escogido con
esmero, a razón del instante
Arribado en
cada puerto
Sobre siluetas
silentes de pasión y sosiego
O curvando las
líneas del lienzo, de profusa inmersión
Para arribar
cuan sirena varada en arenas
Un sorbo de
mujer, en piel transmutada
Acaso no somos
binomios de un mismo ser.
Ya resuenan
los gritos en el ágora
Cuando aparece
el saltimbanqui, el volatinero
Todos quieren
escucharle, y vitorean
Las polainas
que protegen sus pasos firmes
Está lleno de
libertad, y gira sobre sus peonzas
Nada, nadie,
puede quitarle su libre albedrío
Y Zoroastro se
torna serpiente, bajo el ojo avizor
De una
plenitud de gargantas mudas.
Perseguiremos el
recodo taciturno
Apenas llegue
la hora que corta el cenit en dos
Apaciguando al
recolector de enjundias
Sean las
luciérnagas en la calle, fanales de concordia
Acaso no
fuimos, una vez, todos ángeles inmaculados
Mas qué
sabrosa estaba aquella manzana
Volveríamos,
una y mil veces a mordisquearla
Condición
propia de un racional hombre,
Ser, sine qua
non, de mente universal.
©Santiago
Pablo Romero.Petirrojo.
Dedicado a
Tod@s aquell@s que en cuerpo y alma estuvisteis aposentando mi sien en vuestro
regazo, mientras hilvanaba aquel hilo de serpenteo sutil.
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