En el corazón
de la Sierra…
Un manantial
quiebra el vuelo de este crío
Que porta
buche rojizo y fuerte en su melodía
A parar se fue,
sobre una copa de castaño
Y un gorjeo
quedó pausado en el aire, te notó.
Niño de ínsulas
derrocadas antes de nacer
Brioso de bocetos
insurrectos y libre albedrío
Alienta entre
manantiales montaraces un son
Libre hacer, sucesos
de sensibles amaneceres.
Sin derroteros
perdidos, generosidad insuflas
Pues en ti vi
aliento de curtida mano intensa
Pluma de
azabache huella y centinela actitud
Sobre curvilíneas
brisas de amistad serrana.
Brota el corazón
mismo de pétreas cúspides
Arrancando un hirsuto
vate de munificencia
Con manos
tendidas a un hacedor de letras
Que sediento arrimase
sus labios a tu raíz.
Prietos sorbos
de albor han descritos la tierra
Dura estela de
campesinos desprendidos
Yacen en tu
piel, avenidos cuan cebolla fresca
Nutriendo al
hombre, salinizando el espíritu.
En tu mundo te
vi diestro, libre, raudo pájaro
Ciñendo círculos
entre los pinares, sobre torre
Trazando cada
bastión de la saeta del viaje
Librando al
niño, urgiendo al hombre, siendo.
Por todo ello,
auxiliado me hallo en tu regazo
De orate
majarón en tierras negras, te tomo
Porque bebo en
tu posesión del humo, volutas
Me derramo en
este abril de cenizas, honrado.
Gracias
Manolo, por ser, sentir, y permitirme estar entre tus amigos…(Maravilloso Día)
©Santiago
Pablo Romero.Bluesman.
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