Soy,
La De Negro…
Nada me
ocurrió, No temed por mí,
Hoy
elegí cubrir mi torso en vuestro honor
Idólatras
engreídos, falaces hombres de postín
Una mano
guardáis, para que no se os note
Al
romper el cielo su placenta, aguas mil
La
empatía del grupo, recordar quiere plagas de a siete
Las
finas agujas sirven para afianzar el poder del púlpito
Erarios
desconchados, limosnas embebidas, oro nórdico espoleado, y el gran maestre
arredra a la multitud, ella llora.
Nada de
lo sembrado florecerá, pues el velamen calienta las cúpulas, derritiéndose
apaciguador de bestias ceñudas.
Y las
imágenes hieren de los excéntricos hermanos,
Seis
siglos más jóvenes, a los que mano dura aplicamos, nuestra medicina.
Se
autolaceran, descabalgan sus pies en piedra y fuego,
Mas los
excéntricos integristas están más allá de columnas herculinas,
Limítrofes
tierras olvidadas, con vientre rico, hoy reclamadas.
La
empatía hipócrita del grupo, me decidió, hoy voy de negro
Mas no
por mí, que también quizás, pero al menos no lloré.
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